ARTILLERY en Argentina, 12 de marzo de 2023, Circus, San Justo, Buenos Aires.
Tercera visita del combo danés a la Argentina, cuarta si contamos su frustrada presentación del año 2014 donde compartían cartel con Onslaught a la que no pudieron llegar a tocar por problemas con los vuelos en Chile y que a pesar de no poder llevar adelante su set los miembros que sí arribaron se acercaron hasta el local para saludar y agradecer a los fans presentes que aún los aguardábamos con la esperanza de que el show se concrete.
En esta ocasión los trajo a nuestro país la gira por su 40 aniversario que coincide con el lanzamiento de su último disco “X”.
Aún recuerdo la emoción que me provocó verlos en vivo por primera vez en nuestro suelo allá por el año 2012 junto a Exumer y que pusiera de manifiesto en la reseña que me tocó hacer para la revista Jedbangers, ya que Artillery figura entre mis bandas de cabecera y esa presentación no hizo más que reafirmar aún más mi fanatismo por la banda que me voló la cabeza allá por los años 80’s cuando llegó a mis manos un cassette con la grabación de “Fear of Tomorrow”, su primer álbum.
Yendo a la presentación de ese caluroso domingo, lo primero que advertí fueron las escasas dimensiones de Circus, un lugar poco habitual para la realización de shows internacionales, pero que en definitiva resultó adecuado para la convocatoria, ya que según mis cálculos no hubo más de 150 personas.
Llegué aproximadamente una hora antes de la hora pautada para el número principal (22:30 hs), pero debido al intenso calor y la carencia de refrigeración y/o ventilación del local opté por esperar afuera junto a un amigo en las mesas con que cuenta el lugar y aprovechamos para cenar y tomar algo fresco, con lo cual, no tuve la chance de ver a las bandas soportes, que para la ocasión eran tres (Pucará, Frantic y Plegarias).
A la hora señalada, se apagaron las luces y salieron a escena los músicos, quienes arremetieron con “The Almighty” de su primer disco, opción más que acertada para elevar aún más la temperatura del recinto, desatándose desde ese mismo instante un infierno en tierras bonaerenses, con la gente pogueando y haciendo headbanging en un estado de excitación total que duró hasta el final del show.
El set contó con una recorrida por su discografía y si bien no tocaron temas de todos sus discos, la elección de los temas estuvo más que bien. Así, tocaron temas de “By Inherintance” su tercera placa, que a mi criterio resulta lo más logrado de su muy pareja discografía, de allí hicieron el tema que le da título, ”Khomaniac” y “Beneath the Clay (R.I.P.)”.Por supuesto no faltó el homenaje a su baterista Josua Madsen, quien falleciera trágicamente tres días antes de su presentación en suelo argentino, dedicándole el tema “When Death Comes” del disco homónimo.
En este punto, resulta redundante hablar de la solvencia de los músicos, quienes cuentan con mucho rodaje, pero no puede dejar de señalarse el buen desempeño de su joven baterista invitado para esta gira, Frederik Kjelstrup Hansen, quien con apenas 24 años estuvo a la altura de las circunstancias conformando una base precisa y monolítica junto con el bajista Peter Thorslund. Del resto puedo decirles que no hubo fisuras, Michael Bastholm Dahl es un gran vocalista y lo reafirmó esa noche en San Justo, tiene un gran manejo de la escena e interactuó toda la noche con el público a través de una fluida comunicación.
Y qué decir de Michael Stützer, que a estas alturas reviste el status de leyenda y el gran responsable, con su guitarra, del sonido tan característico de su banda, quien junto a Kræn Meier, que reemplazó al fallecido hermano de Michael, Morten, y a quien no le pesó “calzarse los zapatos” del extinto guitarrista, dieron una lección de Thrash Metal, a puro fuego cruzado de riffs, cortes y cambios de ritmo con una gran precisión y a puro feeling.
De su último disco hicieron dos canciones, “In Thrash We Trust” y “Turn up the Rage”, sobre un total de 12 tracks con las que contó el set, que también incluyó “Legions” de la era de Michael Bastholm Dahl como cantante.
Fue un show tan intenso y vertiginoso que, cuando los presentes nos quisimos acordar, llegó la hora de los bises que estuvo compuesto por el clásico e infaltable “Terror Squad” y “Deeds of Darkness” para ponerle el broche de oro a una noche memorable para todos aquellos que nos acercamos para brindarle nuestro apoyo a esta veterana banda que, luego de 40 años sigue rockeando, brindando conciertos asesinos y con la humildad propia de los grandes.
Empapados de sudor y exhaustos retornamos a nuestros hogares con la alegría de haberlos visto sobre las tablas una vez más y esperando por un pronto retorno a nuestras tierras, cuestión ésta que en privado me anticiparon, sería el próximo año donde incluirían países de la región que no visitaron en esta gira. Que así sea.
Christian Villarreal
